"Olvidar, yo se bien que no podes". 24m.

 Recordando aquel pasado.

Miércoles 5 de abril. 

Si no estoy equivocada recuerdo a mi mamá decirnos que tuviste una militancia activa durante la dictadura... 

       

      -  Si, así es! La verdad que yo era muy pibito cuando sucedió el golpe, estaba disfrutando de mi plena adolescencia rodeado de los amigos del barrio y palpitando un mundial que se venía frente a nuestros ojos. Algo totalmente nuevo para nosotros entonces te podes imaginar lo ansiosos que estábamos por todo lo que íbamos a vivir en nuestro país. Pero bueno, como te digo una cosa te digo la otra, no todo fue muy lindo para recordar. En el colegio se hablaba, entre los compañeros, de algo pesado y oscuro, la verdad que estábamos un poco cagados; yo vengo de una familia tana... como tu vieja (risas) por lo que ambos sabemos la crianza y la cantidad de restricciones que podíamos tener en nuestra juventud. Entonces te podrás imaginar el descontento que tenían mis viejos por meterme a militar siendo joven y sin saber todo lo que se iba a venir. 

Me imagino que habrá sido un antes y un después estar presente y ser consciente de lo que se iba a vivir de ahí en adelante; ¿Cómo fue haber pasado años del secundario en ese contexto?

      - Éramos pendejos pero con el correr de los días no nos costaba mucho dar cuenta de que había una bajada de línea en todos los ambientes en los que ibas visitando. Te obligaban a ir de saco y corbata en pleno verano, imaginate flaca... era estar reprimiendo tu libertad todos los días, yo no estaba preparado para eso, bah! ninguno lo estaba en realidad. Cualquier cosa que dijeras por fuera de lo que ellos te querían hacer ver... mira! Quedate en el molde y no sigas hablando porque te iban a buscar sin ningún tipo de remordimiento. Los libros de las bibliotecas los fueron sacando, algunos compañeros se los querían encanutar pero era jugar con fuego, era una tensión y una incógnita. Quisieron tapar todo con un mundial, miraron para un lado cuando la gente se reunía en Plaza de Mayo junto con las Madres de los desaparecidos y ni así quisieron dar el brazo a torcer. 

¿Y con la cantidad de libros que tenías en tu casa? 

     - No la pensé mucho... obviamente que me jodió bastante porque eran libros de la historia los cuales también me acompañaron muchísimo tiempo y ni hablar de la cantidad de novelas que tenía de Walsh (Rodolfo); grandísimo escritor. La verdad que fueron muchas cosas que uno dejó de lado en su adolescencia por miedo, en mi caso agarré los textos, los recortes de Perón que tenía por ahí guardados y los tiré, así sin más. Fue horrible, tenías miedo por hasta la persona que estaba al lado tuyo, que capaz no tenía nada que ver. Te fijabas que es lo que hablabas en el colegio, con quien te juntabas y tratando de ser lo mas desapercibido posible...

Antes nombraste a las Madres y su lucha, que hasta el día de hoy se mantiene siendo abuelas. En el colegio, nuestro centro de estudiantes se llamaba "Claudia Falcone"; una estudiante de secundaria que militó y luchó por el derecho al boleto estudiantil pero fue desaparecida el 16 de septiembre de ese año. Hoy tendría 62 años...

¿Crees en la memoria colectiva como un hecho de apoyo?

       - Siempre. La memoria colectiva es algo que debemos mantener año tras año y dar a conocer las historias particulares de cada uno a las generaciones que vendrán. Recordar esta fecha, que es una herida abierta para muchos, es tener también el respeto y la empatía para aquellos que ya no están y también para los que aún tienen dudas de su identidad. Recordar que un pueblo sin memoria esta condenado a repetir su historia.