Diario: Rostros.

 Los rostros y las expresiones que impactan. 

Desde muy chica me han dicho que era muy expresiva, yo no lo entendía aún en ese momento. Me decían que mis caras tomaban mil formas en tan sólo segundos cuando contaba una anécdota; que revoloteaba exageradamente las manos a la hora de hablar y que no entendían el porque de ir caminando de acá para allá cuando mantenía una conversación por teléfono.

Es por esto que, muchas veces, observo ciertas particularidades únicas en los rostros de las personas. La expresión facial, es un medio importante de comunicación que nos hace dar cuenta de como se sienta esa persona; lo cual me sorprende que al ver los rostros, la comunicación no verbal y las expresiones que van caracterizando a las personas la cara puede ser, o en realidad es, un medio para comunicarnos sin la necesidad de palabras. 

Rostro 1: 

Se caracterizó por tener una cara redonda que iba con su pelo hondulado y lleno de volumen. Una cara, que parecía al principio, no muy poco amigable; con el ceño fruncido y sus ojos revoloteando seguido. Unos ojos muy grandes y llamativos de color café; hermosos de ver ya que al sol se aclaraban un poco. Su nariz, muy estilo europea, grande pero que iban acorde a sus rasgos, con terminaciones finas y elegantes. El pelo castaño oscuro, lleno de volumen y con un flequillo un poco desmechado que llegaba un poco más arriba de sus cejas. El mentón bien marcado, al igual que sus pestañas, las cuales, definitivamente, no necesitan de ningún tipo de rímel para hacerlas resaltar. Su sonrisa, lo más característico de sus gestos, bien marcada junto con los dientes blancos haciendo notar aún más sus pómulos al reír. 

Sabemos que las expresiones son amplias y muy particulares de uno mismo. Indudablemente nos encontramos un abanico inmenso de expresiones y rostros a nuestro alrededor a lo largo del tiempo. Pero me quedo con la sonrisa; ese acto que expresa cierto grado de gusto, alegría y/o felicidad, en donde es muy cálido y agradable observar y recibir esa expresión.